células madre

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domingo, 31 de octubre de 2010

Trasplante de células madre (documental cuerpo humano)

CONTENIDO
1. Trasplante de células madre en el corazón  
2.Biografía de Amit Patel


1. Trasplante de células madre en el corazón 

National Geographic  realizó un documental de "La increible maquina humana", donde hace alución del trasplante de células madre en el corazòn (minuto 1: 07-5:26, en el video de Youtube).

http://www.youtube.com/watch?v=9SrdqO-DipY&feature=related

2. Biografía de Amit Patel

"Amit Patel is an Indian American cardiac surgeon and Director of Cardiovascular Regenerative Medicine at the University of Utah. He studied medicine at the Case Western Reserve University. In 2004, he led a "breakthrough" study demonstrating that stem cell transplantation could treat congestive heart failure.[1][2] He is currently the national lead investigator for Aastrom to treat cardiomyopathy both ischemic and non-ischemic using adult stem cells here in the U.S. He is also lead investigator for a number of trials to use adult stem cells to treat limb ischemia (inadequate blood flow to the leg). He has taught many surgeons around the world in countries such as Thailand and India. Notable patients of his include Hawaiian singer Don Ho; Ho credited Patel's 2005 procedure on him with saving his life and allowing him to return to performing after being forced into retirement for health reasons.[3][4] " (Tomado de Wikipedia).

Traducción
Amit Patel es cirujano cardiaco Indio-Americano y director de Medicina Regenerativa Cardiovascular en la Universidad de Utah. Estudió en la Case Western Reserve University. En 2004 dirigió un estudio inovador demostrando que los transplantes de células madre podían tratar la insuficiencia cardiaca congestiva. Actualmente es lider investigador en Aastrom miocardiopatía isquémica y no isquémica usando células madre adultas en los Estados Unidos. También es lider investigador de una serie de ensayos para usar células madre en tratamiento para la isquemia (flujo inadecuado de sangre a la pierna). Ha enseñado a muchos cirujanos alrededor del mundo en países como Tailandia e India. Memorables pacientes suyos incluyendo al cantante hawaiano Don Ho; Ho le dió credito al procedimiento del 2005 del Dr. Patel en sí mismo, salvando su vida y permitiendole regresar a cantar después de ser forzado a abandonar su carrera por cuestiones de salud.

Referencias

sábado, 30 de octubre de 2010

Células madre en la regeneración de corazones que han sufrido infartos

Los cardiólogos de la Universidad comprueban si el nuevo tratamiento puede mejorar la función del corazón

La Clínica Universitaria de Navarra ensaya la aplicación de células madre adultas para regenerar corazones infartados mediante catéter. El estudio actual se sustenta en investigaciones anteriores efectuadas en animales de experimentación. Se trata de un trabajo aprobado por la Agencia Española del Medicamento.

Un equipo de cardiólogos de la Clínica Universitaria de Navarra, en colaboración con el Área de Terapia Celular del mismo centro y con el Hospital Gregorio Marañón de Madrid, realiza un ensayo clínico (fase II) en 50 pacientes para probar la eficacia del trasplante de células madre adultas, en este caso mioblastos, en el corazón de personas que hayan sufrido un infarto de miocardio.

La mayor novedad que aporta este trabajo respecto a otros ensayos de características similares es la implantación de las células madre mediante catéter y no a través de cirugía abierta, como se había hecho hasta ahora.

El estudio actual se sustenta en investigaciones anteriores efectuadas en animales de experimentación. Se trata de un trabajo aprobado por la Agencia Española del Medicamento, organismo oficial cuya certificación implica que la investigación cumple los requisitos legales, éticos y de seguridad para el enfermo.

Los pacientes que son y serán incluidos en este ensayo son aquellos que han sufrido infarto de miocardio y presentan disfunción ventricular. Antes de practicarles el trasplante de células madre se les realiza una serie de pruebas entre las que figuran ecocardiogramas, resonancias magnéticas, análisis, y valoración de arritmias espontáneas mediante Holter-ECG.

La técnica comienza con la extracción de las células, mioblastos, mediante una biopsia de tejido muscular de la pierna del propio paciente.

Técnica utilizada
El procedimiento se practica con anestesia local. Del fragmento de tejido obtenido, los investigadores aíslan las células madre adultas musculares. Estas unidades celulares deberán cultivarse durante un mes hasta conseguir el número suficiente de células para realizar el trasplante.

El cultivo de las células se practica en el laboratorio GMP (Good Manufacturing Practice) de la Clínica Universitaria de Navarra, y está basado en la utilización de suero del propio paciente, a diferencia de los cultivos realizados en otros estudios que usan suero de origen animal, con lo que se reduce el riesgo de reacciones adversas.

“De este modo se evitan hipotéticas infecciones, alergias o reacciones inmunológicas, ya que no se introducen proteínas extrañas”, describe el doctor Juan José Gavira, cardiólogo de la Clínica Universitaria de Navarra. El suero se obtiene mediante la realización de una plasmaféresis, técnica con la que se consigue el plasma en el que se cultivarán los mioblastos.

Transcurrido el mes necesario para el crecimiento de la población celular, las células obtenidas se inyectan en el corazón del paciente mediante cateterismo con un catéter especial de inyección. Las células se implantan en las regiones de músculo cardiaco infartadas y alrededor de éstas.

Uno de los requisitos que deben cumplir los pacientes incluidos en el ensayo clínico es que no precisen de ninguna otra terapia invasiva adyuvante de forma simultánea.

De este modo, apunta el especialista, “los resultados que se obtienen son mucho más puros, ya que en ellos no interfiere ningún otro tratamiento”. Obtenidas las células madre adultas, se analiza una muestra en el Laboratorio de Microbiología para descartar la existencia de infecciones y certificar su perfecto estado.

El implante de células madre:

Para implantar los mioblastos es necesario hacer una reproducción anatómica del ventrículo izquierdo, que es la zona que se va a tratar. La reproducción virtual se realiza mediante un sistema de navegación denominado cartografía electroanatómica no fluoroscópica.

Esta técnica consigue reconstruir de forma tridimensional el ventrículo izquierdo, localización en la que se analizan después las zonas de bajo voltaje. “Son aquellas zonas que aparecen sin actividad eléctrica y que anatómicamente corresponden al infarto de miocardio.

En ese molde del ventrículo, que obtenemos gracias al sistema de navegación, identificamos la zona afectada por el infarto”, describe el doctor Ignacio García Bolao, especialista del departamento de Cardiología de la Clínica Universitaria.

Es en ese lugar donde deben inyectarse las células madre. El procedimiento se realiza mediante un catéter que consta de una aguja muy fina retráctil en el extremo que se introduce. El cateterismo se practica, como es común, a través de la arteria femoral hasta alcanzar el lugar exacto del corazón donde se debe intervenir.

Una vez allí, se efectúan entre 15 y 20 inyecciones de mioblastos. El procedimiento se realiza mediante anestesia local, con el paciente despierto, y dura entre dos y tres horas. Hasta el momento se han incluido en el ensayo 14 pacientes, en los que la intervención se ha practicado de forma satisfactoria.

La técnica forma parte de un ensayo de investigación en fase lI cuyo objetivo es demostrar si este nuevo tratamiento es eficaz y consigue mejorar la función cardiaca en pacientes que han sufrido un infarto de miocardio.

Células madre de grasa cardiaca regeneran el corazón

La grasa del corazón tiene células madre capaces de convertirse en músculo cardiaco y vasos sanguíneos. Ese hallazgo de investigadores del servicio de cardiología del Germans Trias (Can Ruti) ha quedado demostrado en un trabajo con ratones y ratas de laboratorio y ha empujado a este equipo a participar en otro proyecto europeo más ambicioso: fabricar tejido cardiaco artificial a partir de esas células madre para poner parches sobre los corazones infartados.
Eso podría llegar a suponer que muchos de los candidatos a un transplante de corazón podrían ser tratados de este  modo. Incluso esos parches de tejido cardiaco podrían almacenarse en bancos para tenerlos a mano en cualquier hospital.
 Ese es el deseo futuro, a varios años vista. Otros muchos equipos en el mundo trabajan sobre células madre para conseguir esa regeneración deseada. "Nosotros, de momento, contamos con resultados el doble de buenos que los otros modelos de células madre ensayados", asegura el responsable del equipo investigador y cardiólogo jefe de Can Ruti, Toni Bayés-Genís. En los ratones y ratas a los que se provocó un infarto y se les inyectó células madre de la grasa cardiaca de humanos, la recuperación del funcionamiento del corazón alcanzó del 33% al 43%.

La grasa ha resultado una buena fuente de células madre, por eso este equipo buscó en la que rodea el corazón. "Durante varios años se ha trabajado con demasiadas prisas y nos hemos saltado etapas. Por eso muchas de las investigaciones se han quedado en un camino sin salida", reconoce el doctor Bayés-Genís. "Por eso hemos dado un paso atrás y hemos empezado a mirar qué tenían estas células madre que pudiera indicarnos que, efectivamente, podrían desarrollarse con dos propiedades esenciales para el corazón: transformarse en músculo y vasos sanguíneos".

Y probaron. Al cultivarlas, vieron que las células madre se convertían en miocitos (en células musculares, no en grasas). "Incluso si se ponían con otros miocitos, se unían". Y cuando las cultivaban en un medio especial para generar vasos sanguíneos, las células madre de la grasa se organizaban para fabricar vasos. Los resultados fueron publicados en el Journal of Molecular and Cellular Cardiology.

La continuación de esta investigación pretende usar esas células madre no como un inyectable, sino como un tejido. "Se calcula que más del 90% de las células madre que se inyectan se pierden. Por eso, intentamos lograr cultivar esas células sobre un soporte artificial, un polímero biocompatible. Las células rellenan los poros de ese soporte y deberán convertirse en una estructura que llegue a latir y que pueda trasladarse al corazón enfermo como un injerto", explica el doctor Bayés-Genís.

En este proyecto participan varios equipos europeos y empresas para gestionar patentes y avanzar en estudios clínicos. Saben que hay mucho que estudiar antes de llegar a algo eficaz. "Aún no entendemos cómo el corazón atrae a esas células, ni cuándo es el momento adecuado para implantar las células madre", reconoce el cardiólogo Bayés-Genís. "Somos muchos equipos intentando abordar mejor la epidemia cardiológica del siglo XXI. La insuficiencia cardiaca es muy invalidante, duermes sentado, se te hinchan las piernas y se te encharcan los pulmones. Y es adonde van a parar las hipertensiones mal controladas, las valvulopatías mal controladas y los infartos".

http://lavanguardia.es/

Caracteristicas de las células madre

Nuestros cuerpos se valen de distintas clases de células madre específicas del tejido para lograr un fin determinado. Las células madre específicas del tejido tienen un potencial limitado, y su principal función es producir el tipo de células que se encuentran en el tejido del que provienen. Por ejemplo, las células madre formadoras de sangre (o células madre hematopoyéticas) de la médula ósea regeneran la sangre, mientras que las células madre neuronales del cerebro producen células cerebrales. Una célula madre neuronal no producirá, espontáneamente, una célula sanguínea, así como una célula madre hematopoyética no producirá, espontáneamente, una célula cerebral.  De este modo, es improbable que pueda usarse un único tipo de célula para tratar múltiples enfermedades no relacionadas que comprenden distintos tejidos u órganos. Tenga cuidado con las clínicas que ofrecen tratamientos con células madre que se originan en una parte del cuerpo distinta de la parte que recibirá el tratamiento.
Tal como se describió más arriba, cada clase de célula madre cumple una función específica en el cuerpo y no es posible que produzca células propias de otros tejidos. Por ello, es improbable que un único tipo de tratamiento con células madre pueda tratar múltiples enfermedades no relacionadas, como la diabetes y la enfermedad de Parkinson. Las causas subyacentes son muy diferentes, y sería necesario reemplazar distintas clases de células para tratar cada enfermedad. Es fundamental que el tipo de célula que se use para el tratamiento sea el adecuado para la enfermedad específica.
Algún día se podrán usar células madre embrionarias para desarrollar tratamientos contra una serie de enfermedades que afectan al hombre. Sin embargo, las células madre embrionarias, en sí, no pueden emplearse directamente en tratamientos, ya que es probable que produzcan tumores y es improbable que se conviertan en las células necesarias para regenerar, por sí solas, un tejido. Primero, antes del trasplante, deberían poder convertirse en tipos de células especializadas. La oferta de tratamientos contra numerosas enfermedades mediante el uso de un único tipo de célula es un indicio importante de que esa clínica no puede ser creíble.
www.explicame.org
 

Bibliografía -6a. parte-

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Recibido: 10 de abril de 2006. Aprobado: 22 de abril de 2006.
Dra. Elvira Dorticós Balea . Instituto de Hematología e Inmunología. Apartado Postal 8070, Ciudad de La Habana, CP 10800, Cuba. Tel (537) 57 8268. Fax (537) 44 2334. e-mail: ihidir@hemato.sld.cu

Ensayos clínicos -5a. parte-

Ensayos clínicos
Se han comunicado numerosos estudios, pero la mayoría son con escaso número de pacientes, varios carecen de grupo control y no han sido aleatorizados. En las tablas 2 y 3 se muestra un resumen de los trabajos más importantes publicados, los diferentes procedimientos utilizados, las vías de inyección, la asociación con cirugía de revascularización o la no existencia de dicha asociación, así como los principales resultados obtenidos.
En estos se ha demostrado la factibilidad, eficiencia e inocuidad del proceder, y en su mayoría, encuentran una mejoría de la función ventricular. En un estudio reciente realizado a doble ciegas y con los pacientes aleatorizados, no se obtuvo mejoría de la función global del ventrículo izquierdo, aunque se consideró que posiblemente sí mejore el proceso de remodelado cardíaco después del infarto.
Los ensayos clínicos han incluido, fundamentalmente, grupos de pacientes con IM agudo que han recibido angioplastia e implantación de stent para reabrir la coronaria afectada. La vía intracoronaria en el IM agudo es la que más se ha empleado por los diferentes investigadores.42,52-58
La experiencia en un grupo de más de 100 pacientes en que se ha empleado este método, sugiere que la inyección intracoronaria de células mononucleares de la MO sin purificación, es segura. La inyección no provocó un daño isquémico adicional al miocardio, no produjo reacción inflamatoria sistémica ni aumentó el número de reestenosis. Tampoco se asoció con arritmias supraventriculares. El uso de células de MO separadas con gradiente de Ficoll no produjo calcificaciones intramiocárdicas ni formación de tumores en un período de observación de 12 a 18 meses.38,54
En un estudio se encontró incremento en la frecuencia de reestenosis en el grupo de pacientes a los que se administraron células progenitoras obtenidas de la sangre periférica después de la administración de FC-GM, lo que se atribuyó principalmente al uso de este factor de crecimiento para la movilización.59 Este aspecto no está totalmente esclarecido y es aún objeto de estudios.60
En otro grupo de pacientes con cardiopatía isquémica crónica, se inyectaron las células directamente en el músculo cardíaco. Se empleó la vía transepicárdica y la transendocárdica, con el objetivo fundamental de producir angiogénesis.61,62
En casi todos se utilizaron células mononucleares no purificadas, aunque algunos autores utilizaron la fracción de células con marcadores CD133+, 54 con el objetivo primordial de producir angiogénesis, ya que este antígeno solo se expresa en las CPH más inmaduras y en los precursores endoteliales, y ambas poblaciones colaboran en el proceso de vascularización de los tejidos isquémicos. Solo el 1% de las células nucleadas de la MO tienen este marcador, y por lo tanto, solo se puede obtener un número muy pequeño de células para estos objetivos terapéuticos.63
Ahora bien, entre las limitaciones están que el número de pacientes incluidos en las diferentes series es escaso, el tiempo de seguimiento es corto en general y las indicaciones no son uniformes. Los procedimientos para evaluar los resultados no son siempre similares. Hay series que tratan pacientes en fase aguda, otros en fase crónica, pacientes con insuficiencia cardíaca isquémica no susceptible de trasplante. También varían las vías de administración, al igual que el sitio de inyección, unas veces intra infarto, mientras que en otras se hace peri infarto.
Estos estudios, al final, llegan a una conclusión común, pues acaban reconociendo que la regeneración miocárdica en el ámbito clínico no ha hecho más que empezar, y serán necesarias series más numerosas estudiadas con una metodología estricta que permita demostrar que la terapia regenerativa miocárdica, además de ser un método factible y seguro, es una técnica eficaz.
Por ello se requiere diseñar investigaciones que permitan avalar los resultados, cumpliendo todos los requerimientos necesarios. Para muchos, los estudios clínicos han sido precoces, y arguyen que todavía no se conocen exactamente los mecanismos mediante los cuales actúa la terapia celular, pero para otros esto se justifica por las ventajas potenciales que ofrece este tipo de tratamiento. Lo cierto es que, en este campo, la clínica se ha ido por delante de la investigación básica, ya que hay muchos aspectos que requieren ser precisados, como la duración del implante, la capacidad de las células implantadas para diferenciarse y mantener el fenotipo de cardiomiocitos y al mismo tiempo, integrarse el miocardio que sirve de hospedero y contribuir a mejorar la función contráctil. La respuesta de las células implantadas a los estímulos fisiológicos y patológicos también requiere ser evaluada. La terapéutica óptima posiblemente se base en trasplantar diferentes fracciones de células que se complementen unas a otras, para lograr restaurar la función del miocardio,64 así como el uso de una combinación de factores estimuladores de la movilización de células madre endógenas.65
En fecha reciente se efectuó una reunión de consenso de la Sociedad Europea de Cardiología, sobre la investigación clínica con células madre adultas autólogas para el tratamiento de cardiopatías. En ella se señalaron los problemas investigativos que aún se mantienen en este campo y se hicieron recomendaciones sobre las investigaciones que se consideran más apropiadas en la actualidad. Se señaló que el tratamiento con las células madre autólogas, en la etapa actual, no se puede todavía recomendar para su uso en la práctica clínica habitual, por lo que se aconseja continuar las investigaciones en esta área.66
El desarrollo de estudios en animales que permitan evaluar muchos de los aspectos señalados y el desarrollo de ensayos clínicos aleatorizados y controlados con mayor número de pacientes, contribuirán a definir el papel definitivo de la cardiomioplastia celular.

Historia de las células madre

En el año1850, se descubrieron células que podian generar otro tipo de células. A principios del año 1900 las primeras "células madre" fueron descubiertas cuando se encontró que podían generar algunas células sanguíneas.

Un hallazgo en el sistema inmunológico humano, alrededor del año 1958, originó el descubrimiento de nuevos métodos para trasplantar médula ósea y la utilización de células madre, en las cuales se ha demostrado su potencial para formar diversos tipos de células y tejidos, que podrían ser útiles en la reparación de órganos devastados por enfermedades o accidentes.

La primera vez que se obtuvieron células madre embrionarias humanas fue en 1994, estas se aislaron a partir de un blastocito (Embrión de entre una o dos semanas antes de implantarse en el útero materno), procedente de fecundación in vitro. Fue hasta finales del año 1998 cuando un grupo de investigadores de la Universidad de Wisconsin (EEUU) consiguió el primer cultivo en el laboratorio de células madre embrionarias humanas a partir de blastocitos.

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Formas de administración -4a. parte-

Formas de administración
La regla de oro en relación con la forma de administración es trasplantar el número suficiente de células en la región del miocardio dañada y alcanzar el máximo de retención de las células en dicha región. Es importante el lugar de la administración, no solo para inyectar con certeza en el sitio de la lesión, sino porque las células parecen diferenciarse hacia la estirpe celular del sitio en que se inyectan. La mortalidad celular puede ser muy alta cuando se implantan en el centro de una escara fibrótica, debido a la disminución de nutrientes y de oxígeno que tiene el miocardio isquémico. El implante de las células debe hacerse preferentemente en las áreas periféricas (zonas intermedias entre escaras y miocardio normal) y la asociación con angiogénesis terapéutica puede mejorar la sobrevida celular.41
Vías de administración de las células madre en cardiopatías. a) transepicárdica; b) intracoronaria; c) transendocárdica; d) intravenosa.
Estas pueden ser:
a) Transvascular:
Co mprende: la vía endovenosa, la inyección intracoronaria y la movilización de células progenitoras hacia la sangre periférica. La forma transvascular ha sido la ruta más empleada en el infarto en fase aguda, cuando el IM es reciente y se hace reperfusión, momento en que las moléculas de adhesión se expresan de forma significativa.
La vía intravenosa: consiste en la inyección de las células al torrente sanguíneo mediante un catéter venoso central. Tiene la ventaja de ser un procedimiento simple, que se puede emplear en casos con infarto agudo. Sin embargo, tiene la desventaja potencial de que la dispersión de las células hacia otros órganos reduce el número de células que llegan al miocardio y se adhieren a él.42
El proceso de incorporación implica una interacción célula-tejido circundante y célula-célula, lo que trae como consecuencia que la célula trasplantada se implante en el tejido del receptor.43
La infusión intracoronaria: es similar a la técnica de cateterización, por lo tanto, puede realizarse en cualquier institución que realice coronariografía. Las células se inyectan a través de un catéter intracoronario y dependiendo del lugar donde este se encuentre, las células se dispersan por el lecho arterial coronario o se sitúan en un área específica del miocardio. Esta técnica, que se ha empleado en el IM agudo, también puede ser muy útil en el caso de las miocardiopatías idiopáticas, donde no existe un área o zona de infarto bien delimitada y así las células se dispersan a través de la circulación coronaria hacia diferente áreas afectadas.38 En el caso de un IM, el catéter se coloca cerca del área de necrosis para depositar mayor número de células en esta área afectada.39
Movilización de CMH de la sangre periférica: este método reciente ha generado nuevas expectativas, es el uso de factores estimuladores de la movilización de las células madre endógenas, sin realizar extracción, basados en la hipótesis de que por un mecanismo de atracción, estas células migran hacia el área de tejido dañado, donde se asientan y diferencian.44
Más frecuentemente se utilizan progenitores celulares que pueden recogerse por aféresis de sangre periférica, después de movilizarlos mediante la inyección sistémica de un factor de crecimiento e inyectarlos directamente en el área afectada o readministrarlos por vía intracoronaria.45,46
b) Inyección directa en el músculo cardíaco:
Esta es la ruta preferida en pacientes en fases más avanzadas con cardiomiopatía isquémica crónica y enfermedad coronaria avanzada.
Por vía transepicárdica : las células se inyectan directamente en el miocardio. En humanos esta vía se ha utilizado hasta el momento en conjunto con una cirugía de revascularización o by-pass, o durante la colocación de un dispositivo mecánico ventricular.47
La inyección de las células se hace directamente en el área afectada y sus bordes. Teóricamente, representa la forma más precisa de administración de las células y ha sido la forma más empleada en los estudios clínicos. Tiene la limitante de que solo se puede realizar a pacientes que van a ser sometidos a cirugía de revascularización, debido al riesgo quirúrgico y anestésico. La ventaja potencial de este proceder es la posibilidad de visualizar directamente el área necrótica e inyectar las células con mayor precisión, mediante agujas finas de calibre 25, en el área afectada y en la que la circunda. Se administran repetidas inyecciones de pequeños volúmenes que aportan numerosas células. Por esta vía también se han inyectado CMH por toracotomía mínima en pocos casos, pero con este proceder se ha observado una alta frecuencia de arritmias.
La vía transendocárdica cada día va ganando más popularidad. Se hace por vía percútanea y se emplea un sistema de mapeo electromecánico mediante un catéter denominado cell-fix NOGA, que incluye un método de identificación electrofisiológica del área infartada y simultáneamente se hace el tratamiento celular, inmovilizando mediante succión la zona infartada con un sistema desplegable tipo “ventosa”. Así es posible determinar con precisión qué área del miocardio está viable y cuál no, y se precisa mejor el sitio de la inyección. La desventaja es lo costoso del sistema y que no todos los centros tienen acceso a este.48
Inyección a través de las venas coronarias: e ste sistema se basa en el empleo de un catéter que tiene incorporado en su punta un sistema de ultrasonido para guiarlo y una aguja extensible que permite la inyección de las células mononucleares en el miocardio. Este método se ha empleado de forma experimental en pacientes con cardiopatía isquémica, para inyectar mioblastos en las áreas de miocardio no viables. En contraste con la vía transendocárdica, en que las células se inyectan en forma perpendicular a la pared ventricular, con este sistema se inyectan en forma paralela a la pared del ventrículo y con mayor profundidad. Se debe destacar que la colocación del catéter en la vena coronaria específica no es un procedimiento fácil ni carente de riesgo.49
Momento de la administración
La terapia celular tiene indicaciones en diferentes situaciones:
•  Eventos agudos, como el IM y traumas cardíacos.
•  Enfermedades crónicas: cardiopatía isquémica crónica, miocardiopatías dilatadas, cardiopatía en el curso de la enfermedad de Chagas.50
No existen conclusiones sobre cuál es el momento óptimo para efectuar el trasplante de células después de un IM. Algunos estudios en modelos animales, así como en humanos, sugieren que el tratamiento con células es más beneficioso después del proceso agudo inflamatorio que sigue al IM, pero antes de que comience la fase activa del remodelado ventricular.51
Sin embargo, en 2 ensayos clínicos con la utilización de CMH, el beneficio de la función se encontró trasplantado células pocas horas después del infarto.38,52
Debido a la fisiopatología de la evolución del IM, parece ser que el momento del trasplante tiene un efecto sobre el proceso de transdiferenciación in vivo. Si la transdiferenciación es dependiente del medio, como sugieren algunos trabajos, y las CMH se inyectan en una zona de escara fibrótica, se diferenciarán hacia fibroblastos, mientras que si se inyectan de forma temprana en la zona del infarto donde aún existe miocardio viable, esto inducirá a las células trasplantadas a diferenciarse hacia células musculares, y así contribuir a la miogénesis. Como la CMH responde de forma diferente a la respuesta inflamatoria del huésped y los diversos tipos de células tienen diferentes momentos óptimos para que ocurra el implante con el máximo de beneficio, se requiere la realización de estudios que permitan esclarecer y definir lo relacionado con el momento óptimo para la administración celular.
Número de células a administrar
El número de CMH administradas ha sido variable en los diferentes trabajos. Para su identificación se ha utilizado generalmente el marcador CD34+.
El numero de células esta en dependencia de:
  • Tipo de célula: cuando se administra una población de células de la MO sin purificar su número ha variado entre 1 a 10 x 10 6 células CD34+, 38,53 mientras que cuando se emplean fracciones celulares purificadas, como la CD 133+ su número ha sido de 1,5 a 2,8 x 10 6 . 47
  • Fuente de obtención: en el caso de trasplantes con células movilizadas y obtenidas de la SP , la cantidad ha oscilado entre 13 y 80 x 10 6 de CD34+ y entre 4,5 y 63,5 x 10 9 las de CMN+, 45 número mayor que el que se obtiene de MO.
  • Vía de administración: cuando se emplea la vía intravascular, el número de células requeridas es mayor por la dispersión celular que ocurre, mientras que en la inyección intramiocárdica, ya sea por vía epicárdica o transendocárdica, se utiliza una cantidad menor de células. De hecho, se ha evaluado como una posibilidad el efectuar implantes celulares repetidos cuando se utilizan catéteres percutáneos.
No existen estudios que comparen el número de células administradas con la mejoría de la función miocárdica. Con toda seguridad, la continuidad de los estudios en este campo permitirán precisar la cantidad óptima de células a implantar.